Morelia, Michoacán, a 9 de abril de 2020.-Las organizaciones indígenas y campesinas integradas en el Consejo Consultivo de Organizaciones Campesinas de Michoacán (COCOCAM), conscientes de la enorme crisis global originada por la pandemia del COVID 19, que afecta a todos por igual y siguiendo las indicaciones que hace el gobierno del estado a través del Ing. Silvano Aureoles Conejo, seremos solidarios al suspender el evento que año con año realizamos en el sector campesino el 10 de abril para conmemorar el 101 Aniversario del asesinato de Emiliano Zapata Salazar.
En este sentido, manifestamos lo siguiente: que en el sector campesino tomaremos en cuenta los protocolos que el Gobierno del Estado a través de la Secretaria de Salud ha tomado a bien: haciendo las siguientes recomendaciones a todos nuestros compañeros y compañeras ´´quedarse en casa’’, lavarse las manos, usando gel anti-bacterial y de ser necesario, salir lo menos indispensable, tomando en consideración la distancia de metro y medio.
En estos momentos graves, no podemos dejar pasar desapercibida esta histórica fecha que se ha convertido en un símbolo de las luchas campesinas, no solo en México sino del mundo entero, porque al igual que nuestro General Zapata, reconocemos e insistimos en que la fuente de la vida es la tierra, la Madre Tierra.
Que en la concepción ancestral, significa que todo lo que existe proviene de la tierra y por lo tanto nosotras y nosotros, como humanos, somos producto de la tierra, es decir la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella y tenemos el deber de protegerla, conservarla y fortalecerla, para de esa manera afirmar la vida.
Esta tierra es la que con el trabajo de las campesinas y campesinos se transforma en el sustento diario para el campo y la ciudad.
Sin embargo, a 101 años del asesinato del General Emiliano Zapata, las condiciones de vida de los trabajadores rurales siguen siendo precarias y con muchos rezagos. Desde hace muchos años el campo mexicano y la vida rural han estado marginados y abandonados por todos los gobiernos dando mayor prioridad al gran capital, principalmente al capital trasnacional que ha empobrecido mucho más al sector rural mexicano, a los medianos y pequeños productores agrícolas y pecuarios.
A esto se suman los efectos del calentamiento global, la contaminación ambiental y la aplicación de transgénicos. Se sigue viviendo en un campo debilitado y avejentado por la migración de sus pobladores, la violencia, la injusticia social, dispersión organizativa y por la insuficiencia presupuestal para potencializar su producción, es decir, faltan apoyos para la producción, consumo, acompañamiento técnico y comercialización.
Lo que sucede con el maíz nos puede ilustrar mejor el problema: El maíz es un cultivo básico para el sustento de los mexicanos y México es reconocido como centro de origen de este grano, sin embargo, en los últimos años la producción se ha reducido y ha obligado al Gobierno a realizar grandes importaciones del extranjero, aproximadamente por 18 millones de toneladas al año, principalmente de Estados Unidos, Sudáfrica y Argentina, lo cual lesiona el principio de soberanía alimentaria.
Por tal razón, es necesario insistir en el compromiso de redoblar esfuerzos para continuar con la lucha zapatista, porque solo con la participación decidida de los trabajadores del campo se podrán hacer realidad los ideales de nuestro General Zapata.