por: César Rodríguez
En un cuarto de siglo, Guy Ritchie, el reconocido cineasta británico, ha dirigido 14 películas de gran presupuesto con actores estelares en sus repartos, lo que le confiere un estatus de director exitoso. No obstante, resulta complicado destacar cualquiera de sus trabajos. En su filmografía se encuentran películas como «Snatch: Cerdos y Diamantes» (2000), protagonizada por Brad Pitt y Jason Statham, que lo catapultó a la fama internacional; la serie «Sherlock Holmes» con Robert Downey Jr. y Jude Law; la adaptación de «El Agente de CIPOL» (2015) con Henry Cavill y Armie Hammer; y la versión live-action del clásico de Disney «Aladino» (2019) con Will Smith. En el mejor de los escenarios, sus películas pueden ser consideradas como entretenimiento decente, pero no todas alcanzan ese nivel. Su última obra, «The Covenant», un drama de guerra con Jake Gyllenhaal, encaja perfectamente en esta descripción.
Además, esta es su primera exploración en el género de guerra, y posiblemente también su trabajo más serio. En «The Covenant», no hay espacio para las extravagancias, los movimientos audaces de la cámara o los personajes excesivamente ingeniosos, características comunes en sus anteriores películas. No es que las películas de guerra no admitan un tono más ligero. «Tres Reyes» (David O. Russell, 1999) es un buen ejemplo de que esto es posible, y bien hecho. Sin embargo, Ritchie parece creer que hay películas que no pueden tomarse a la ligera debido a la seriedad de sus temas, lo que infravalora sus anteriores obras. Como resultado de esta restricción, termina exagerando en otros aspectos. Al igual que Christopher Nolan en «Oppenheimer», Ritchie insiste en abrumar al espectador con una constante música de fondo. Pero a diferencia de «Oppenheimer», la música aquí solo sirve como amplificador emocional, incluso cuando su presencia es excesiva. Especialmente en una película en la que un soldado estadounidense es salvado por un traductor local en territorio talibán, y luego el soldado debe regresar para devolver el favor a su salvador y su familia. «The Covenant», con su constante alusión a la culpa, el sacrificio y la salvación, que evocan la tradición cristiana, es presentada como una visión mística de la guerra. Aquí, no basta con representar un mensaje moralista, sino que este debe ser expresado de manera explícita y clara.