Por Mayra Teresa Gaxiola Soto
Con el fin de poder aprovechar los descuentos en el canje de placas obligatorio en Michoacán -debido a que dependiendo el mes en que paguen es la cantidad para desembolsar-, la gente se está arriesgando demasiado, estamos en plena cuarta ola de COVID y más peligrosa por su alta contagiosidad.
La solución, ya que el Gobierno del Estado no tiene ninguna estrategia planeada para facilitar el trámite y evitar el peligro de contagios, sería que se amplíen los plazos para los descuentos.
Y es que según habían anunciado, quienes realizaran el trámite en línea, recibirían las láminas en su domicilio, además de que no sólo habría servicio para el pago en las oficinas de Rentas, sino que se habilitarían módulos especiales en cada municipio del estado, precisamente para evitar aglomeraciones. Nada de esto ha ocurrido, excepto en la capital.
MIL 400 MDP VAN A RECAUDAR
No planearon nada para proteger a la gente, pero eso sí, tienen bien definido el billete que van a recaudar: Mil 400 millones y como al Estado le urge obtener recursos pronto, pues aventó el anzuelo, para que acudan a pagar en los primeros meses del año, que es precisamente cuando más peligro hay de contagios, esta nueva ola ya se esperaba, ocurrió el año pasado igual, pero eso, ‘es secundario, primero está ganar billetes y recuperar las arcas’.
Las nuevas placas de Michoacán tendrán distintos costos dependiendo del mes en el que se paguen. Así, por ejemplo, en enero cuestan mil 253 pesos, en febrero, mil 432, en marzo mil 610 y de abril a junio mil 789.
El gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, aseguró que los michoacanos tendremos las placas más baratas en la última década, porque durante las administraciones de los exgobernadores Fausto Vallejo y Silvano Aureoles costaban mil 279 y dos mil 296 pesos, respectivamente, ¡qué gran consuelo!
Hace unos años, en el 2019 para ser exactos, surgió una luz de esperanza para los michoacanos cuando la entonces diputada morenista, por cierto, Laura Granados proponía que las placas vehiculares fueran permanentes, donde solo procedería su reposición por robo, extravío, deterioro o cambio de propietario.
Según acusaba entonces la morenista en su segundo informe legislativo: “el reemplacamiento vehicular se ha convertido en un abuso de poder de parte de los Estados, debido que lo utilizan solo para recaudar dinero”. ¡O sea, estaba descubriendo el hilo negro!
Para concretar esta iniciativa con proyecto de Decreto, era necesario reformar al artículo 48, tercer párrafo de la Ley de Tránsito y Vialidad del estado de Michoacán de Ocampo, pero obviamente no prosperó, pese a que buscaba evitar que miles de familias michoacanas gasten cada tres o cuatro años por un nuevo paquete de placas vehiculares.
En Michoacán, el último canje general de placas se realizó en el año 2016, así que como es costumbre, ya se esperaba el programa de renovación, aunque la mayoría albergaba la esperanza de que, al estar en tiempos de pandemia, el Estado tomara en cuenta la difícil situación económica de las familias para realizar ese gasto. Claro, las autoridades demuestran con ello, que eso es lo que menos les importa, porque para ellos lo principal es recaudar dinero.
PRIMERO LOS POBRES
Eso sí, siguiendo la política de su jefe y patrón, Alfredo Ramírez Bedolla demuestra que está del lado de la gente más pobre y anunció descuentos adicionales para quienes posean carros con costo menor a 50 mil pesos, tendrán 50% de descuento; para los valuados en menos de 60 mil pesos, 30%; los que posean un vehículo con valor inferior a 80 mil pesos, 20%; y finalmente, quienes posean vehículos con valor menor a 100 mil pesos, 10%.
Lo cierto es que si de verdad buscaran beneficiar a la gente pobre como es su bandera, podrían haber implementado lo que hizo el gobierno de San Luís Potosí, de dotar gratuitamente las placas para todos, excepto para vehículos que cuesten más de 500 mil pesos, porque quien tiene para comprar unidades tan caras, obviamente, puede pagar ese y cualquier otro trámite.
El emplacamiento vehicular, se realiza como una medida de seguridad con la finalidad de crear una base de datos de todos los vehículos que circulan en el país, pero hasta donde sabemos, (corríjanme si estoy equivocada), no existe el fundamento de ley que determine el reemplacamiento o la vigencia de las placas y menos que se cobren tan caras.
Sabemos que, desde hace unos 20 años, existe un acuerdo de la secretaria de Comunicaciones y Transportes, de que cada tres años se actualicen los padrones vehiculares para llevar un control, pero no menciona que haya cambio de placas, que se deban de cobrar y menos, al costo que lo hacen los estados, que sólo aprovechan para allegarse recursos con estas acciones.
LE ‘LLUEVE SOBRE MOJADO’
Por cierto, siguiendo el tema de las nuevas láminas (donde sobresale el color guinda por supuesto), más le valía haberse quedado callado al tesorero estatal Luis Navarro, porque intentó ‘presumir’ lo que ahorró – cerca de 100 millones de pesos dijo- y ‘lo tupieron’ los cibernautas.
Y es que informó que cada lámina la consiguió en 157 pesos, (la anteriores las habían comprado en $230, por eso el logro que presumía), pero obviamente a la ciudadanía en general no le beneficia absolutamente en nada esa ganga que consiguió el titular de las finanzas estatales, porque tendremos que pagarlas en $1800 en promedio. O sea, ‘explicación no pedida…’