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VAMOS PARA ATRÁS

Por: Mayra Teresa Gaxiola Soto

Mis contemporáneos recordarán el mes de julio de 1988, cuando Manuel Bartlett, siendo titular de la entonces Comisión Federal Electoral rellenó las urnas, aprovechando una supuesta ‘caída del sistema’ para que ganara Carlos Salinas de Gortari la elección presidencial.


Pues este 15 de diciembre del 2022, será recordado igual, con ese amargo sabor de boca que nos quedamos los ciudadanos entonces y ahora, porque nada pudimos hacer hace 34 años y hoy tampoco.

En el 88 Carlos Salinas se salió con la suya, fue declarado presidente esa misma madrugada que ‘se cayó el sistema’ y ejerció 6 años el cargo con las consecuencias conocidas, vividas y sufridas por todos los mexicanos. Ahora fuimos testigos de cómo van destruyendo una de nuestras instituciones democráticas más importantes.

En 1988 no había un órgano independiente del gobierno que organizara las elecciones; los jóvenes que leen estas líneas, ni siquiera se imaginan cómo era esa farsa porque los mismos funcionaros del gobierno en turno organizaban y contaban los votos.

Nada más para que se den una idea muchachos, porque como dije al principio, mis contemporáneos lo sabemos y lo vivimos en cane propia: Quien se encargaba de todo el proceso electoral era el secretario de Gobernación en turno. Así que ya sabrán si alguien hacía caso de las denuncias de fraude de los contendientes opositores.

Pero ese año, el 88, fue un escándalo mayúsculo la desfachatez con que se actuó porque en esa ocasión, el poderoso PRI que hacía todas las triquiñuelas habidas y por haber para perpetuarse en el poder, tenía fuertes contendientes como Manuel J. Clouthier, Rosario Ibarra de Piedra, pero, sobre todo, Cuauhtémoc Cárdenas que recién había renunciado al tricolor, formado su propio partido, al que se sumaron varios y de paso denunciado toda la porquería por la que había decidido cambiar de camiseta.

Todo apuntaba a que Cárdenas sería el próximo presidente, arrasó en la campaña, pero claro que, con la sartén por el mango, no se lo iban a permitir y se cometió a ojos vistos, descaradamente, el peor fraude electoral del que se tenga memoria.

Hoy contamos con un organismo nacional electoral ciudadano que costó años conseguir; obviamente el gobernante en turno ponía todas las trabas posibles para que no se lograra; no le convenía.

Primero fue el IFE el que sustituyó a la Comisión Federal Electoral en 1990 y nació precisamente luego de los conflictos de la cuestionada elección de 1988. Pero fíjense cómo fue difícil que el gobierno sacara las manos de los procesos electorales. El primero que lo presidio fue el entonces titular de la secretaría de Gobernación Fernando Gutiérrez Barrios.

¿Entonces?, dirán los jóvenes, efectivamente, seguía dependiendo del gobierno que manejaba todo. Pues tuvo que haber diversas reformas a la ley en 1993, 1994, 1996 y 2007, hasta lograr alcanzar independencia plena respecto al Poder Ejecutivo cuando el presidente del Instituto Electoral fue y es actualmente un ciudadano elegido por las dos terceras partes de la Cámara de Diputados.

OTRA VEZ EL DEDO DEL SEÑOR

Por eso les decía, estimados lectores, lo que ocurrió esta semana, (concretamente el añorado día de quincena que ni siquiera se disfrutó con esta noticia), será recordado como el peor retroceso democrático que creíamos nadie permitiría.

La decisión de los legisladores morenistas y sus aliados, creo que cualquiera con dos dedos de frente, la vimos como el inicio del derrumbamiento de la ciudadanización electoral. Es el primer paso para que el gobierno en turno decida quién sigue en la silla.

GOZARÁN DE VIDA ETERNA

¡Ah! Eso sí, seguramente las dirigencias y candidaturas de los partiditos estarán muy peleadas, porque ni siquiera tendrán que trabajar ya. Con que acudan de vez en cuando a hacer acto de presencia a sus oficinas, o los candidatos generar algún ruidito que simule una campaña, tendrán las prerrogativas, el billete pues, constante y sonante, porque su aliado mayoritario, en este caso MORENA les prestará o regalará los sufragios que le hagan falta para mantenerse y no perder jamás su registro. Esto es lo que los convenció para dar su voto contra el INE. ¿Alguna novedad en su actuación? Ninguna. Para eso se crearon.

Nos leemos en enero del 2023 mis apreciados tres lectores. Que pasen una Feliz Navidad en familia