Por: Marco Antonio González Jiménez
Se acerca la hora crítica, decía Beto el boticario: la hora chimengüenchona! La hora que ya vas que chutas!
Y bien amables lectores, el catálogo de candidaturas se va conformando. Algunos partidos casi en su totalidad, algunos otros posponiendo y posponiendo y manteniendo en ascuas a los propios y a los ajenos.
Que porque las encuestas, que porque los acuerdos, que para evitar confrontaciones, aunque se han dado, que para no dispersar a los grupos…
El caso es que se ha pospuesto la fecha en muchos, muchos municipios y algunos distritos. Y esta falta de acuerdos, esa falta de cumplimiento de fechas y compromisos y esta falta de definiciones, ¿no será mala señal?
Algunas candidaturas van caminando algunas se van quedando rezagadas, otras simplemente se van quedando grises.
Algunas candidaturas sorprenden y otras, perdón que lo exprese de esta manera pero hasta divierten y son motivos de los más chuscos “chats” de sobremesa.
A decir de la opinión ciudadana: ¿Por qué se empeñan en poner candidatos que van a perder?
Y algunos expertos responden: Porque a eso los mandan, a que sirvan de esquiroles.
Aquí el tema es que parece que se empeñan en, como se dice coloquialmente: “Apostarle al gallo equivocado”.
Dice el exsecretario de Gobierno Carlos Torres Piña que Morelia necesita un alcalde de tiempo completo, que Alfonso Martínez debe renunciar a su cargo y dejar de gastar el recurso público en su campaña política. Dice. Lo mismo decía de él su compañero de partido Fidel Calderón cuando andaba buscando un lugar en el Senado.
Dice también Cuquita Cabrera que “unidad” de PRI, PAN y PRD terminará con los malos gobiernos de Morena.
Dice, que son más las coincidencias que las diferencias…
Y finalmente Valencia va por Morelia, no Memo, su hermano, finalmente el líder del PRI cumplió uno de sus muchos amagos y “abandonó” a Alfonso Martínez. Tal vez una de las pocas cosas que se cumplirán…
La “alianza” va en unos municipios, en otros no, en unos distritos sí, en otros no, en algunas pluris sí, en otras no.
El caso es que como dijimos en notas anteriores ocurre que ese “bloque opositor” fue una amalgama, una aleación que no fraguó. ¿Y la causa de esa falta cohesión? ¿Qué fue? ¿La falta de homogeneidad en las posturas políticas? ¿O la falta de disposición para el cabildeo? ¿O la falta de acuerdos para la repartición de algo que aún no se gana?
Lo que sí es cierto es que lo único que comparten es la total ausencia de perfiles ciudadanos que tanto prometieron.
Basta con ver la lista de plurinominales que se ha colado en las redes sociales para ver a los mismos perfiles ancestrales, a los dirigentes, a los que repiten y repiten.
Y ante la ciudadanía, ante esa democracia que tanto dicen estar dispuestos a defender, ¿cuál es su mérito para ello?
Aquí dejamos la cuestión: ¿Si así están ahorita, que pasará una vez que lleguen?
Lo dejamos como pregunta, la mejor respuesta la tiene siempre, siempre, Usted…
