La Piedad, Mich.- Mucho se ha escrito con anterioridad acerca del desarrollo de la Guerra de Independencia en el bajío michoacano y de los diversos sucesos que ocurrieron en pueblos michoacanos, como Numarán, La Piedad, Angamacutiro y Puruándiro que tienen colindancia con el estado de Guanajuato.
Pero fue en La Piedad de donde surgió un destacado personaje de la gesta armada que dio como resultado el que México sea una nación libre y soberana. Se trata de José Félix Mariano Hidalgo y Costilla Peredo Ramírez, medio hermano del Padre de la Patria, Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor (Miguel Hidalgo).
José Félix Mariano fue hijo legítimo de Cristóbal Hidalgo y Costilla (padre de Miguel Hidalgo) en su matrimonio con la piedadense Rita Toribia Peredo Ramírez.
Según el historiador Enrique Carbajal Cázares, “fue una de las piezas fundamentales para el desarrollo de la lucha armada en sus primeros años, por ser nada más y nada menos que el tesorero de la Insurgencia y uno de los primeros convocados a la rebelión, antes incluso que la corregidora y los otros insurgentes”.
José Félix Mariano, medio hermano del cura Hidalgo, lo acompañaría los últimos veinte años de su vida. Recordemos que él también fue fusilado en Chihuahua, contaba 49 años, don Miguel 58 cuando los trágicos acontecimientos. Alejandro Villaseñor y Villaseñor escribe de él, como también lo han hecho otros autores.
Nació el 28 de julio de 1764 y muy joven perdió a su padre, pues consta de un modo auténtico que éste ya había fallecido en octubre de 1791; por lo que quedó a cargo de su hermano mayor Miguel.
José Félix Mariano se dedicó a las labores del campo en los terrenos de su hermano mayor e inconscientemente se enteró de los proyectos de éste acerca de la revolución que preparaba, y se encontró mezclado en ella.
En la madrugada del 16 de septiembre estaba presente en la pieza de don Miguel cuando pronunció las celebres palabras de ¨estamos perdidos¨, y lo acompañó a poner en libertad a los presos de la cárcel.
Las circunstancias de su cercano parentesco con el autor de la revolución y las funciones que probablemente desempeñaba cerca de él, hicieron que se le nombrase Tesorero del ejército independentista, empleo que traía anexo un trabajo considerable, por el gran número de soldados que seguía las banderas de Hidalgo, y por la variedad de sueldos que disfrutaban según su categoría.
Durante la campaña don Mariano no se apartó de su hermano, al que acompañó a Valladolid y Guadalajara; en este último punto pudo poner algo de orden en sus papeles, por la dilatada permanencia de Hidalgo.
Don Mariano siguió con el carácter de tesorero, y desempeñando esta comisión emprendió el camino de Monclova; los siete millones de pesos en moneda y barras que estaban a su cargo, cayeron íntegros en el poder de los realistas, que hicieron un saqueo grande tanto del tesoro como de los fondos particulares de cada jefe.
Miguel Hidalgo, el gran padre de la patria, tuvo un hermano once años menor que murió 54 días antes que él, también fusilado, también en Chihuahua, a pesar de que no tenía grado militar y de que no se le probó ningún delito ni que hubiera hecho “armas contra el Rey”. No, señor, se le fusiló porque era hermano de Miguel, porque se negó a declarar en su contra, se le mató por su fidelidad y su hombría. Y la patria le pagó con indiferencia, al menos hasta ahora.
En 2016, integrantes del Consejo de la Crónica Piedadense plantearon al ayuntamiento de La Piedad una iniciativa para que el libramiento Oriente que está por concluirse lleve el nombre de éste ilustre piedadense que fungió un papel fundamental en la guerra de Independencia, pero no hubo respuesta de las autoridades de ese entonces.