Las autoridades en Haití declararon un toque de queda nocturno en un intento por restablecer el orden después de un fin de semana marcado por la violencia, donde pandilleros armados atacaron las dos cárceles más grandes del país, liberando a miles de prisioneros.
El estado de emergencia de 72 horas fue decretado después de que los criminales asaltaran instituciones estatales, incluido el aeropuerto internacional y el estadio nacional de fútbol.
El Ministro de Finanzas, Patrick Boivert, que actúa como Primer Ministro interino, emitió un comunicado ordenando a la policía utilizar todos los medios legales para hacer cumplir el toque de queda y detener a los delincuentes.
Al menos nueve personas, incluyendo cuatro policías, fueron asesinadas en ataques coordinados de pandillas en la capital, Puerto Príncipe, desde el jueves.
El punto culminante fue el asalto al Penal Nacional, donde alrededor de cuatro mil reclusos, incluidos 18 exmilitares colombianos acusados de participar en el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, escaparon. Las imágenes mostraron una prisión vacía y cuerpos baleados en el lugar. Además, otro centro penitenciario en la capital también fue atacado.
DESPLIEGUE DE FUERZAS DE SEGURIDAD
El Primer Ministro, Ariel Henry, quien se encontraba en el extranjero buscando apoyo para un plan de despliegue de fuerzas de seguridad respaldadas por la ONU, regresó al país para abordar la crisis.
Las acciones de pandillas han aumentado en las últimas semanas, atacando incluso el Banco Central. La Embajada estadounidense instó a sus ciudadanos a abandonar Haití, y la situación sigue siendo motivo de gran preocupación para la comunidad internacional.
PANDILLAS SE ATRIBUYEN LOS ATAQUES
Jimmy Chérizier, conocido como Barbecue, un exagente de élite que lidera una federación de pandillas, se atribuyó la responsabilidad de los ataques, declarando que buscaban capturar a altos funcionarios del Gobierno y evitar el regreso de Henry.
a Policía Nacional de Haití, con nueve mil agentes, enfrenta dificultades para hacer frente a pandillas que controlan gran parte de la capital.
La situación resalta la urgente necesidad de estabilizar el país y restaurar el orden.